acompañamiento caníbal
catálogo 2020
De lo íntimo, lo instintivo y lo resiliente.
Crear y pensar en tiempos de pandemia.
El clímax de la contingencia provocada por el Covid-19, movió el piso al interior del equipo Caníbal, por lo que replanteamos gran parte de nuestros espacios de trabajo y los adaptamos a las posibilidades interactivas de las plataformas digitales. Fue así como nuestro programa Residencias Para Artistas Locales (PRAL) que, entre 2016 y 2019, venía realizándose presencialmente en la ciudad de Barranquilla, se convirtió en un programa de acompañamiento curatorial virtual que amplió sus horizontes y avivó el intercambio entre artistas de distintas ciudades y países de América Latina.
Durante los meses de mayo y diciembre de 2020 pusimos en marcha un espacio de interacción virtual con la participación de 14 artistas que trabajaron de la mano en la elaboración de sus portafolios artísticos, consolidación de proyectos creativos/investigativos y herramientas prácticas para la circulación dentro de algunos nichos del arte contemporáneo a nivel global. La participación de otros artistas y curadores de trayectoria nacional e internacional fue fundamental para la consolidación de los temas y proyectos discutidos. Entre los tutores invitados estuvieron el escritor cubano Andrés Isaac Santana (La Habana), el diseñador guatemalteco Beto Collía y los artistas, curadores y museólogos colombianos Oscar Leone (Santa Marta), Santiago Rueda (Bogotá), José Horacio Martínez (Cali) y Paula Torrado (Cúcuta).
Las circunstancias gestaron un laboratorio que se puso a prueba así mismo, que se valió del trabajo colectivo/colaborativo, y que desplegó una estructura pedagógica orgánica que se adaptó a los intereses, necesidades y naturaleza creativa de los participantes. Una plataforma de aprendizajes que brindó confianza para pensar la creación en múltiples dimensiones, ensayar hasta acertar y relacionarse profesionalmente con el medio artístico actual.
La tensiones sociales y el aislamiento que produjo la pandemia no sólo condujeron la naturaleza de los ejercicios creativos de los artistas participantes, sino que develó un carácter intimo, autónomo y resiliente a la hora de pensar y cuajar sus proyectos. Un acontecimiento que transgredió las formas de producir y circular de los artistas; un inesperado lugar para reconocer la naturaleza de su personalidad creativa.
“Definitivamente el 2020 trajo consigo una pausa extremadamente dinámica en el sentido de repensar los modos en los que el arte se está produciendo y relacionando con la sociedad.”