Laboratorio
Fronteras creativas
La Guajira y norte santander
Entre 2013 y 2015 FRONTERAS CREATIVAS le apostó a la reflexión participativa de la identidad y el territorio en espacios fronterizos entre Colombia y Venezuela como La Guajira y Norte de Santander. Discutió e incentivó la investigación/creación, la gestión de espacios alternativos y propició redes de trabajo entre diversas generaciones de artistas.
Participaron más de 40 artistas de ambos departamentos, quienes trabajaron de la mano de artistas, gestores e investigadores nacionales e internacionales invitados como Sergio González (México), Antonio Caro (Colombia) y Compañía Bisturí (EE.UU. – Cuba). Los invitados plantearon producciones colaborativas y abrieron espacios para contribuir al diverso tema de la identidad cultural y la naturaleza artística local.
El laboratorio articuló espacios de trabajo entre de los municipios de Riohacha, Maicao, Paraguachón y Fonseca, en La Guajira; Y Cúcuta, Pamplona y Villa del Rosario, en Norte de Santander. En 2015 cerramos este proyecto con la inauguración del Museo Histórico de la comunidad de Fonseca en La Guajira, gestionado por la maestra y artista Carmen Lucina Rodríguez. Asimismo, con el desarrollo de una exposición colectiva que buscaba dar cuenta de los distintos ejercicios plásticos y visuales que se gestaron a lo largo del laboratorio.
Parte de los proyectos desarrollados en el marco del laboratorio transitaron a proyectos expositivos regionales y nacionales como el caso de los salones regionales de artistas e Imagen Regional del Banco de la República de Colombia, en el que artistas como María Teresa Solana, Carmen Lucina Rodríguez, Eusebio Siosi y Susana Basto, tuvieron gran resonancia nacional. En el mismo cause, emergieron artistas jóvenes que recién terminaban sus estudios universitarios como Luz Adriana Vera.
Si hubo algo que caracterizó este laboratorio fue la exploración física y simbólica del territorio, el viaje configuró un modelo creativo que permitió responder a problemáticas sociales, políticas, económicas y ambientales. Entre los proyectos in situ, se destacaron «SOS», un llamado de la artista Norellys Jiménez al daño ambiental que se había generado en el lago de los flamingos. El trabajo colaborativo con Antonio caro que se generó en Paraguachón en plenas contiendas electorales «Guajira Das Mucho, Recibes Poco», refiriéndose al saqueo económico y natural que había vivido La Guajira históricamente. Los recorridos en zonas urbanas y rurales de Pamplona tambien permitieron generar una visión crítica de la ciudad con su historia colonia.
Contó con el apoyo del Área de Artes Visuales del Ministerio de Cultura de Colombia, en el que también se vincularon instituciones como la Universidad de Pamplona, La Biblioteca pública Julio Pérez Ferrero y El Fondo Mixto de La Guajira.
“Hemos entendido la importancia de la autogestión y el trabajo colaborativo para lograr cosas de sentido común. Nos gusta porque entendemos que las cosas que necesitamos sobrepasan lo económico y que todo lo que podamos conseguir para materializar nuestras ideas es valioso”
“Fue una experiencia maravillosa al poder lograr de manera colectiva la gestión y empoderamiento de un espacio artístico y cultural como el Museo Histórico de Fonseca. Al principio era una locura, no éramos muy crédulos de esa idea de poder crear un museo, porque cuando hablamos de museos, nos imaginamos los grandes museos de las revistas. Pero el museo que hemos gestionado es un museo grande en todas sus dimensiones. Logramos que la comunidad se re-encontrara con su historia”
Talashimaii (felicidad en lengua Wayuunaiki), este largometraje de 2015, creado colaborativamente en el laboratorio por la compañía Bistoury (Carla Forte / Alexei Taran), generó una discusión bastante oportuna sobre la configuración del tiempo dentro de la identidad cultural. Por ejemplo, el tiempo en Estados Unidos, es sinónimo de dinero; En el Caribe, es sinónimo de «buen vivir», el que tiene tiempo, tiene buen vivir. Este film fue financiado por la National Performance Network y presentado en Miami.
En esta oportunidad la muestra articuló miradas sobre el uso del agua, la identidad cultural, la explotación de minerales y la constante incertidumbre macro y microeconómica que genera el tráfico comercial fronterizo, son situaciones asumidas por los artistas provenientes de distintos lugares del departamento y que de alguna manera se suman al cúmulo de visiones que nos conllevan a pensar no solo en el pasado, sino también en el presente y futuro de la comunidad. Artistas:
LA GUAJIRA: María Teresa Solano (“Hecho plástico”: Urna de cristal con material plástico reciclado en su interior que simulan abono y plantas), Carmen Lucina Rodríguez (Extinción: instalación sonora con nidos y ramas ambientada con sonidos de aves en vía de extinción en el territorio guajiro y la Costa Caribe colombiana), Juan Carlos Bedoya (Hitler en La Guajira, Mujer en la Playa y Selfie: mixta sobre madera), Norelly Jiménez (SOS: Registro de 8 fotografías sobre intervención realizada en el Parque Natural de los Flamencos), Obeis Serpa (La mujer detrás: collage realizado sobre la sesión de “la chica del día” de diario “Al día” de la Guajira), Wilfrido Acuña (La Sonora: instalación en madera y sonido de guacharaca (Bahareque), José Luis Palmar (recuerdos y añoranzas: pintura sobre papel – 5 por 3 metros), y Susana Basto (Desolación: instalación en polvo de ladrillo.
NORTE SANTANDER: La muestra congrega a 13 artistas y estudiantes que se valen del video, la fotografía y el dibujo para visionar la frontera como escenario mediado por las relaciones creativas. Los artistas participantes son: Luz Adriana Vera, Leilanis Quintero, Heyder Barrera, Cristian Cabrales, Giovanny Parada, Liliana Caycedo, Edgar Carrillo, Eliecer Martínez, Juan Fernando Duque, Anyela Díaz, Sandy Ortiz y Naty Rodríguez.