No hace falta realizar un examen minucioso y exhaustivo para concluir que la inmensa mayoría de monumentos y estatuas erigidas en el espacio público en ciudades y pueblos alrededor del mundo corresponden a representaciones de carácter heroico de individuos hombres, generalmente blancos. La región Caribe colombiana no es la excepción. En ciudades como Barranquilla, Santa Marta y Cartagena, por mencionar algunas, predominan estatuas alusivas a los tiempos de invasión y colonización histórica de Abya Yala y el Caribe, así como estatuas de carácter religioso. A esto se le suma el hecho de que las pocas estatuas alusivas a personajes femeninos fueron diseñadas y producidas por hombres.

El predominio de este tipo de representaciones en el espacio público denota al mismo tiempo la predominancia de un tipo de discurso llevado a cabo por un tipo de narrador: hegemónico, colonialista y patriarcal. Bajo este panorama cabe preguntarse, ¿Dónde quedan los seres y las historias que no se identifican con este discurso y este tipo de representación? 

Desde mi posición como mujer, artista, Colombiana-Caribeña (de Barranquilla), me pregunto: en un país y una región en la que los feminicidios son una de las causas de muerte más frecuentes, en el que la gravedad de violencia contra las mujeres es minimizada por parte de los entes judiciales, en el que los líderes y lideresas sociales continúan siendo asesinados sistemáticamente y en el que el espacio público para las mujeres, niñas y la comunidad LGTBQI+ es un espacio de peligro y miedo, ¿Cómo confrontar esa línea abisal que se vislumbra tan claramente en la cotidianidad de la experiencia de lo público en las calles de las ciudades y pueblos de la región Caribe? ¿Cómo ocupar y resignificar ese espacio tanto físico como simbólico de lo público y lo colectivo? ¿Cómo construir desde el arte y en conjunto con colectivos de mujeres de la región propuestas discursivas, performativas y simbólicas contra-hegemónicas que traduzcan y cuenten esas otras historias, presenten estos otros referentes con el fin de construir memorias en el espacio público desde la pluralidad de seres, saberes y experiencias?

Concebido como un proyecto interdisciplinario colectivo, performático y feminista decolonial, MMM – Movimientos.Manifestando.Monumentos toma como punto de partida estas reflexiones y preocupaciones para proponer formas de ocupar, transgredir y resignificar el concepto de monumento urbano con historias y seres omitidos de la narrativa “oficial” predominante en el espacio público. Esto, a partir de la puesta en marcha de lo que he llamado corpo-monumentos. Los corpo-monumentos son manifestaciones de corporeidad y vitalidad en forma de performances y puestas en escena grupales contra-hegemónicas en el espacio público, diseñadas y realizadas en colaboración con y por colectivos locales de mujeres y personas de la comunidad queer. Esto, con el fin de inscribir sus historias en el espacio público, visibilizar la presencia y labor de estos grupos como base y motor de la sociedad en la que se inscriben y crear colectivamente un archivo visual, audiovisual y sonoro de sus presencias, lo posible y emergente, lo que puede ser.

El primer movimiento (capítulo) de MMM – Movimientos.Manifestando.Monumentos lo realicé durante mi residencia artística en Plataforma Caníbal entre Noviembre 2021 y Enero 2022. Trabajé con los colectivos: Bloque Feminista MASM & Cabildo Káamash-hu, CORCONPA Barrio Abajo, Yo Amo mis Rizos y las Matronas Cocineras de Luruaco. En varias sesiones de trabajo, conversaciones y talleres diseñamos y planeamos los corpo-monumentos de cada colectivo.

La residencia fue posible a la Beca de Intercambio Cultural GLOBAL 2021 del Departamento de Cultura y Europa del Senado de Berlín. 

+ Información sobre el proyecto en: 

MMM