Transatlántico
14 artistas más allá de un lugar

Kamila Lenes, Amalaya, Acrílico sobre lienzo, 2020

Transatlántico: Cuando el lugar se mueve y no está donde lo enunciamos.

Transatlántico es una plataforma expositiva que relaciona y visibiliza el trabajo de los artistas en el Departamento del Atlántico. En esta oportunidad abre un espacio virtual en el que confluyen el trabajo de 14 artistas, a partir de cuestionamientos sobre las imposibilidades de «ser» y «estar» en la coyuntura reciente del mundo contemporáneo. Muchos de estos proyectos fueron realizados durante el tiempo de pandemia, por lo que constituyen un panorama sobre las formas en las que los artistas asumieron la crisis y el confinamiento. 


El desplazamiento no siempre supone moverse de un lugar a otro, a veces la mejor manera de movernos es quedándonos quietos. Ésta paradójica manera de reflexionar sobre el desplazamiento, nos lleva al trabajo de los artistas Hugo Satizabal (Barranquilla), Camilo Augusto Pineda (Puerto Colombia), Leonardo Cortina (Santa Marta) Gustavo Sánchez (Barranquilla) y  Amaranta Logreira (Barranquilla); quienes desde la escultura, la instalación sonora, la fotografía digital, el collage y el grabado, elaboran cartografías donde el cuerpo experimenta la ubicuidad. En un mundo donde la movilidad parece definirlo y transformarlo todo, estos artistas nos invitar a vivir nuevas formas de movernos, conectarnos y relacionarnos con el entorno.


Como si la vida misma se tratase de un juego, Mariana Ramos (San Juan, Puerto Rico) y Alexis Villanueva (Soledad), desde el ensamblaje y la instalación, acuden a algunos juegos populares y tradicionales como la peregrina y el ensamblado de juguetes, para abrirnos caminos a realidades sociales que nos muestran la ambigua naturaleza infantil de la violencia. Proponen a través de los mismos juegos mecanismos pedagógicos críticos que modifican el significado, realidad y visualidad dentro de la sociedad.


Las artistas barranquilleras Sary Hernández, Kamila Lenes e Issa Roncallo, desde la inusual fachada de un cementerio, la apacible y desprovista atmosfera de una habitación e imágenes que no encuentran lugar en las formas definidas; enuncian la pintura como memorial, hábitat y deriva. Las artistas persiguen el espíritu de los espacios y los relacionan con situaciones emocionales de carácter íntimo, donde el anonimato toma una consciencia radical. 


Para José Flores (Malambo), Juan Sebastián Cassiani (Barranquilla), Maybell Brooks Yance (Soledad) y Rubén Barrios (Barranquilla), las identidades no están definidas y desbordan las categorías y dogmas sociales. La instalación, el collage y la fotografía aparecen aquí para confrontar los cánones tradicionales identitarios, así como sus roles y consumos. Construyen narrativas de vida y metáforas visuales que subvierten y cuestionan todas aquellas cosas que nos han impuesto como identidad. Transitan el ideal de la nacionalidad, la estética y el género desde la emancipación y la disidencia.


Este proyecto se lleva a cabo gracias al apoyo al Ministerio de Cultura de Colombia y su programa Nacional de Concertación Cultural. 

“El desplazamiento, el juego y la identidad determinan un espacio de diálogo entre los artistas de la exposición. Aquí la crisis, el caos y la incertidumbre configuran un lugar para pensar el arte en una realidad inhóspita .”

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